El 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, una fecha que rinde homenaje a la lucha del movimiento obrero por condiciones laborales dignas. Una jornada que se recuerda como símbolo de justicia social, derechos laborales y solidaridad de clase.
Hace 139 años, las jornadas laborales eran de 12 – 18 horas diarias, acompañado de sueldos precarios.
Para reivindicar mejores condiciones laborales, especialmente la jornada laboral de 8h, se convocaron 307 manifestaciones alrededor de la ciudad de Chicago. Se contabilizaron más de 88.000 trabajadores reivindicando sus derechos y secundados por sindicatos y organizaciones, quienes apoyaban la jornada laboral de 8h.
Ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de ocio.
Durante cuatro días se llevaron a cabo grandes manifestaciones que culminaron el 4 de mayo de 1886, y dio lugar a la “Revuelta de Haymarket”.
Para entender lo que pasó este día, debemos remontarnos al 3 de mayo de 1886, cuando en la fábrica McCormick, cual producción seguía a base de esquiroles, se celebraba una concentración frente a sus puertas. Durante el cambio de turno, los manifestantes se lanzaron sobre los esquiroles iniciando una pelea campal. Los policías procedieron a disparar a quemarropa sobre la gente, matando a 6 personas y varias decenas de heridos.
A través del periódico, se convocó otra protesta para el día 4 en la plaza Haymarket. Durante la dispersión del acto, una bomba estalló entre la policía, lo que llevó al arresto y posterior juicio de 8 trabajadores – anarquistas y comunistas-. Cinco de ellos fueron condenados a muerte. Se les conoce como “los mártires de Haymarket”. Décadas después, el juicio fue calificado como injusto e ilegítimo.
Los derechos obtenidos como resultado de aquellas y otras numerosas luchas que vendrían en los siglos venideros, fueron fundamentales para el bienestar de los trabajadores en todo el mundo.
Derechos laborales conseguidos:
Curiosamente, Estados Unidos y Canadá, lo celebran el 1 de septiembre bajo el nombre de Labor Day, desvinculándose de estos hechos.
En 1955, el Papa Pío XII estableció el 1 de mayo como la festividad de San José Obrero, integrando así el significado laboral como figura religiosa.
23.04.2025