La salud mental en el trabajo es un tema que impacta directamente en la productividad, el bienestar y la calidad de vida de millones de personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 60% de la población mundial trabaja, por lo que contar con entornos laborales saludables y seguros es fundamental para el desarrollo social y económico.
En el año 2019 se estimó que el 15% de los adultos en edad de trabajar padecía algún trastorno mental, con ello se calcula que cada año se pierden aproximadamente 12 000 millones de días laborales por trabajadores que sufren de depresión y ansiedad.
Estas cifras reflejan un reto para las empresas y la sociedad en general.
Hay factores como el entorno familiar, la situación económica, la educación y las experiencias personales influyen en este equilibrio.
Estos riesgos pueden aparecer en cualquier sector / puesto de trabajo, no obstante, hay trabajos que tienen una mayor exposición a algunos de estos riesgos.
Aquellos empleados de atención al cliente, hostelería, sanidad, educación, comercio… enfrentan un gran reto: deben ofrecer siempre una buena experiencia a los usuarios, sin importar sus circunstancias.
Deben ocultar sus emociones en el trabajo y puede generar un desgaste emocional que derive en:
Estudiando los trabajos de cara al público, se pudo identificar que el síndrome del burnout (trabajador quemado), está mayormente asociada a estos sectores.
Un síndrome cada vez más frecuente en profesiones que requieren contacto constante con personas y puede tener consecuencias graves si no se aborda a tiempo.
¿Cómo prevenir los problemas de salud mental?
Para prevenir los problemas de salud mental hay que gestionar los riesgos psicosociales en el entorno laboral. Una de las medidas esenciales es la promoción de la salud mental entre los trabajadores. Desde la OMS, plantean varias estrategias para abordar la salud mental:
01.10.2025